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Reserva Inmobiliaria

En la actualidad, la reserva inmobiliaria se ha convertido en el punto de partida ineludible en el devenir negocial de la adquisición de inmuebles, cuando, en su comercialización, participan corredores inmobiliarios.

De tal forma, resulta fundamental destacar sus ápices primordiales:

  • Esta institución no se encuentra regulada normativamente en nuestro Derecho privado nacional. No obstante, su validez es incuestionable, en virtud del principio de la autonomía de la voluntad y la libertad contractual entre particulares.   
  • Como instrumento jurídico, la “reserva” suele ser bifronte, puesto que, en su contenido, se incorpora no sólo una oferta por un plazo determinado llevada a cabo por el interesado en adquirir un inmueble hacia el dueño de éste, sino que también un contrato de corretaje, entre el reservante y el corredor actuante.
  • Desde el punto de vista conceptual y en relación a su naturaleza jurídica, podemos afirmar que la reserva es:
    • Una verdadera oferta contractual dirigida a persona determinada, el dueño del inmueble que se pretende adquirir: como tal, consiste en una manifestación unilateral del reservante, efectuada con la intención de obligarse, debiendo incluir, por ello, todos los elementos contractuales indispensables para que la persona a quien la propuesta se dirige, pueda apreciar acabadamente el negocio que se le ofrece, decidiendo aceptarlo o no.
    • Es una oferta entre ausentes: la realiza el reservante, sin que medie la presencia del sujeto a quien se realiza.
    • Plazo de Vigencia: atento a que es una oferta entre ausentes, debe establecerse un plazo, dentro del cual el destinatario de la oferta pueda aceptarla o rechazarla.
    • Es una oferta garantizada: se acostumbra que el reservante entregue una suma de dinero, con la finalidad de otorgar mayor seriedad a su propuesta.

Generalmente, para el caso de que el ofertante pretenda desistir de la misma durante el período de vigencia, se determina su pérdida total, sea en favor del corredor inmobiliario o bien del propietario del inmueble sobre el que se tenía interés.

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